El Tyrannosaurus Rex, el depredador más grande del mundo prehistórico, no corría a velocidades increíbles, como la mayoría de la gente lo imaginaba tras ver la película “Jurasic Park”. Muy por el contrario, era bastante lento y caminaba casi a la misma velocidad de un ser humano. Así lo estableció un estudio de científicos holandeses publicado en la revista “Royal Society Open Science”.
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