Tras años en que se le exigiera a los ciudadanos del gigante asiático tener un solo hijo, cifra que se aumentó a dos el 2015, ahora las autoridades chinas han revertido su pensamiento, debido a que la población decrece por debajo del nivel de reemplazo llegando hasta el 1,3. La Comisión Nacional de Sanidad China pronostica que en caso de que no haya una modificación a esta tendencia, en el 2025 habrá un crecimiento negativo. Caso contrario ocurre con su vecino India, con el que han tenido problemas anteriormente. Los chinos se muestran reacios a aumentar la familia, debido al costo económico y a la alta incorporación de las mujeres al trabajo remunerado. Las autoridades incentivan tener un tercer hijo, incluso con beneficios económicos a las familias que cumplan el objetivo.
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