Muy pocos se enteraron de lo ocurrido. Afortunadamente. Por si no lo sabía, el nueve de octubre, la Tierra fue víctima de un golpe inusual de un pulso radiactivo de larga duración. Se dice que la radiación que golpeó la Tierra proviene del agujero negro llamado Gamma Ray Burst, que se cree que tiene 1.900 millones de años. Los astrónomos pensaban que esta explosión había ocurrido más cerca de nosotros y duró unas 10 horas. Este pulso radiactivo, que viajaba a la velocidad de la luz, tardó casi 1.900 millones de años en llegar a la Tierra. Bautizado como GRB 221009ª, los expertos señalan que se habría originado en la constelación de Sagitta. La explosión marcó el nacimiento de la fuerza formativa de una estrella masiva, colapsando bajo su propio peso.
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