“Nosotros tratamos de convencer a las personas, y de adherir, que vacunarse no es un problema y es voluntario”, fueron los descargos de la Ministra de Salud, María Begoña Yarza, tras la funa que grupos antivacunas hicieron en su domicilio, donde acusaron a la secretaria de la cartera de “persecución y de instaurar “una dictadura sanitaria”. El mayor reclamo del grupo, se basa en la persecución que se ha practicado con los rezagados o quienes derechamente no se han vacunado, los cuales se ven impedidos de ingresar a numerosos lugares, por el sólo hecho de no creer en las vacunas.
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