Tras seis meses de dura preparación, el Sensei Rodrigo Bravo, del equipo de Jiu Jitsu Rodrigo Bravo BJJ, obtuvo un merecido tercer lugar en la categoría Máster 2 más de 100, del Sudamericano de Jiu Jitsu realizado recientemente en Florianopolis, Brasil. Oriundo de Talca, este profesor y maestro de la disciplina talquino, sueña con ser campeón mundial, sitial desde donde no sólo ha logrado enorgullecer al Maule, sino que además ha forjado un estilo de vida noble y exitoso, que hoy comparte con muchos maulinos de toda condición.
Se le conoce en el mundo de los deportes marciales, como “el arte de la suavidad”. Aunque a primera vista cada lucha que se genera en torno a esta disciplina, connote exactamente lo contrario, el “Jiu Jitsu” es en sí mismo una suerte de poesía kinésica, donde cada movimiento está pensado para doblegar a mano limpia al enemigo que se enfrenta, utilizando para ello la armonía del cuerpo, mente y espíritu en torno a un solo gran objetivo: el triunfo final, sin ni siquiera dar un solo golpe al adversario. Este es el mundo en el cual desde pequeño soñó Rodrigo Bravo Abarca, un talquino de tomo y lomo, quién un buen día decidió abrazar un sueño que hasta el día de hoy sólo conoce de buenos momentos gracias a él.
“De niño era gordito y debí soportar el bullyng de muchos que se burlaban de mi peso. En mi mente lo único que quería era vestirme de kimono y vencer a un mundo que, hasta ese momento, sólo me generaba pena y dolor”, recuerda Rodrigo Bravo. Fanático de las películas de artes marciales y de los combates de la UFC (Ultimate Fighting Championship), que luego se hicieron famosos en todo el mundo a través de las peleas que se realizan en una jaula, popularmente conocidas como “Todo Vale”, el niño Rodrigo comenzó a forjar un sueño, que jamás imagino le traería tantas alegrías.
El año 2006 decide ir por 40 días a São Paulo Brasil a entrenar y conocer más sobre el Jiu Jitsu estilo brasileño. Con apenas unos dólares en el bolsillo, con toda su familia en contra, pasó hambre, lo estafaron, pero lo que conoció, le encantó. De regreso en Chile, decide estudiar Kinesiología, carrera con la cual esperaba convertirse en un profesional del área. La vida, sin embargo, le tenía preparado otro destino.
Tras un breve lapso, vuelve a Brasil a estudiar en la academia de Royce Gracie Jr, heredero directo de quién creo este arte marcial. Luego de mucha preparación y esfuerzo, el año 2016 se gradúa de Cinta negra (faixa preta) bajó el método de Royce Gracie. Tras pasos por Santiago y Brasil, Rodrigo Bravo volvió a Talca donde fundó su actual academia de Jiu Jitsu, entidad certificada ante todos los organismos competentes. En ella hace clases a quién lo desee, siendo un lugar donde la palabra discriminación está totalmente prohibida. “Hoy tengo alumnos de todas las edades, jóvenes, adultos, adultos mayores, personas discapacitadas, con Síndrome de Asperger, chicos Down y funcionarios de las Fuerzas Armadas”, no me interesa su condición social ni su pasado. Sólo me preocupa que amen tanto esta disciplina como yo.”, sostiene Bravo.
Con más de 21 años de experiencia enseñando y practicando Jiu Jitsu, en su Academia, a sus alumnos les enseña no sólo a pelear, a defenderse, a tener autocontrol, desarrollo personal, sino además a hablar, a respetar, a saber sobre todo ganar, pero si se llegara a perder, les enseño a aceptarlo, corregir los errores y volver a intentarlo, sostiene. “El Jiu Jitsu me enseñó a luchar por mis sueños y hoy se les enseño a mis alumnos”, asegura. Por lo mismo, hace ya casi tres años se acreditó como cinturón negro en la IBJJF (International Brasilian Jiu Jitsu Federation), que avala sus conocimientos y que constituye un paso histórico para el Maule, ya que no existe otra persona con esta acreditación en la Región. Hoy su academia está presente en varias ciudades maulinas, recintos a los cuales el visita permanentemente.
En esta condición, muchas veces se saca el kimono de Sensei y se pone el de deportista, prenda con la cual nuevamente ha hecho sentirse orgullosa a la Región. Tras seis meses de intensa preparación, recientemente obtuvo el tercer lugar en el Sudamericano de Jiu Jitsu en Florianopolis, Brasil, en el Open Floripa Winter International, gesta con la cual ahora lo llena de energía y es el inicio de su preparación para un nuevo Sudamericano, esta vez a realizarse a fines de octubre en Sao Paulo Brasil y para el Mundial de Octubre en Las Vegas en 2024.
Rodrigo Bravo espera, más temprano que tarde, alcanzar el esquivo Oro, medalla que hasta el día de hoy se le ha negado. Poseedor de medalla de plata en un Sudamericano, cada vez que entrena, se sumerge en un profundo y disciplinado trabajo, con el cual sólo se mentaliza hacia un norte específico, que es subirse el pódium de los vencedores. Su siguiente meta es poder vencer en Estados Unidos, país donde ha competido, pero no le ha ido como esperaba. “Es una tarea pendiente, para lo cual me estoy preparando, porque sé que lo lograré en algún momento. Sólo es cosa de tiempo”.
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