Novak Djokovic dijo este martes que no estaba en contra de la vacunación, pero amenazo que no asistiría a otros torneos de Grand Slam, si lo obligan a inocularse contra el COVID-19. La raqueta Nº 1 del mundo, fue deportado de Australia después de una mediática experiencia de 11 días que involucró dos cancelaciones de visa, dos desafíos judiciales y cinco noches en dos períodos, en un hotel de detención de inmigrantes donde envían a los solicitantes de asilo.
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