Sin restricciones por aforos, ni obligación de PCR negativo para ingresar al país para miembros de la comunidad europea, sin Teletrabajo, ni mascarillas en lugares abiertos y cerrados, Suecia decidió volver a una supuesta normalidad. A contar desde ayer miércoles 9 de febrero, dado que la variante Ómicron es la de mayor contagio en el país y al no ser altamente letal, se la dejó simplemente de considerar una enfermedad “crítica”.
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