Con la prohibición por cuatro meses para ejercer el referato, fueron castigados Fabricio Vilarinho y Rodrigo Correa, los asistentes brasileros del partido de La Roja con la albiceleste en Calama. La sanción fue por dejar en el Hotel los banderines oficiales e improvisar con petos amarillos amarrados a un palo durante el primer tiempo. El olvido no pasó inadvertido, ya que la imagen lamentablemente para ellos fue televisada, siendo vista por la comisión de árbitros de la Conmebol.
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