Gracias a los buenos índices sanitarios, la Municipalidad de Talca, autorizó la realización de la tradicional celebración de Año Nuevo en el cementerio municipal. El recinto estuvo abierto entre las 23:30 y la 1:00 del sábado, para que los deudos pudieran recibir el nuevo año, junto a sus parientes que ya han partido. Este ritual comenzó en 1979 con la familia Opazo y luego de más de cuatro décadas se transformó en una costumbre de los talquinos.
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