Desde el último encuentro con la prensa el 18 de octubre, donde el Presidente Gabriel Boric abordó el controvertido caso de Manuel Monsalve, exsubsecretario del Interior acusado de abuso sexual, el mandatario ha mantenido un distanciamiento notable de los medios de comunicación. Durante esta intervención, que duró más de 50 minutos, Boric intentó aclarar las circunstancias bajo las cuales Monsalve permaneció en su cargo hasta el día antes de su detención, además de leer públicamente sus intercambios de mensajes con Monsalve. Este evento marcó un punto de inflexión en la gestión de la comunicación presidencial, después del cual Boric ha limitado sus apariciones a declaraciones públicas sin interacción directa con la prensa. El distanciamiento del presidente con los medios de comunicación se ha mantenido en eventos internacionales y giras nacionales, prefiriendo emitir comunicados a través de sus canales digitales y evitando las preguntas directas de los periodistas. Este cambio estratégico se interpreta como un esfuerzo por controlar el impacto negativo que han generado las controversias recientes, incluyendo la reacción a los comentarios del presidente argentino Javier Milei. Aunque desde el Palacio se reconoce la necesidad de resguardar la imagen del presidente, se plantea la posibilidad de que esta táctica cambie, considerando que la prensa aún espera clarificaciones sobre varios asuntos sensibles, incluido el propio caso de denuncia contra Boric.
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