Con la creciente facilidad para pagar en cuotas, también han aumentado los riesgos de sobreendeudamiento. Por eso, es clave entender cómo funciona este sistema, cuáles son sus ventajas y qué buenas prácticas permiten aprovecharlo sin comprometer la salud financiera.
Santiago, Chile, 19 de mayo de 2025. El acceso al crédito se ha masificado tanto, que muchas personas recurren a las cuotas para financiar desde productos tecnológicos hasta servicios básicos. Pero esta práctica, si no se maneja con información y responsabilidad, puede terminar afectando seriamente las finanzas personales. Un reciente estudio de Destacame.cl reveló que el 60% de los chilenos no sabe con exactitud cuánto debe ni a quién. Además, menos del 20% se considera bien informado sobre cómo enfrentar su situación financiera, lo que dificulta avanzar en la regularización de deudas morosas.
«Es fundamental que las personas se informen antes de elegir cómo financiar una compra. Muchos consumidores toman decisiones rápidas sin revisar aspectos clave como la tasa de interés, los costos por administración o el total que terminarán pagando al final del período. Esa falta de información puede llevar a comprometerse con pagos mensuales más altos de lo esperado o a sobreendeudarse sin darse cuenta. Elegir opciones que ofrezcan intereses bajos, sin cobros ocultos y con cuotas claras es esencial para mantener un buen control del presupuesto. La información es poder cuando se trata de finanzas personales: mientras más sepa una persona, mejor será su decisión», explica Nicole Revillot, Country Manager de TUU.
Según datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), cerca de cuatro millones de personas en Chile mantienen compromisos financieros en mora. Aunque se ha observado una leve disminución del sobreendeudamiento, el desconocimiento de alternativas seguras sigue siendo una barrera para mejorar esta situación.
Las compras en cuotas pueden ser aliadas para acceder a productos de mayor valor sin desbalancear el presupuesto mensual. Sin embargo, no todas las cuotas son iguales. Muchas veces, las tarjetas de crédito aplican tasas de interés elevadas que terminan encareciendo considerablemente el valor final del producto. Por eso, es esencial entender qué se está firmando y optar por alternativas más accesibles y transparentes.
Pero para que esa decisión no se transforme en una carga financiera, es importante seguir algunos principios básicos:
Evaluar la capacidad de pago real: Antes de comprometerse, revisar los ingresos y gastos mensuales. La cuota que se asume no debe afectar el presupuesto para necesidades básicas ni obligar a dejar de ahorrar.
No acumular cuotas innecesarias: Aunque pagar en cuotas pequeñas puede parecer conveniente, varias compras simultáneas pueden sobrecargar el presupuesto sin que se den cuenta.
Fijarse siempre en la tasa de interés: Una cuota con interés alto puede duplicar el valor real de lo que se está comprando. Elegir opciones con tasas fijas, claras y por debajo del promedio bancario.
Evitar el uso impulsivo de la tarjeta de crédito: Aunque es una herramienta útil, las tarjetas de crédito pueden aplicar intereses y comisiones elevadas. Siempre es mejor optar por mecanismos que no dependan del crédito tradicional.
Informarse sobre las alternativas disponibles: Hoy existen opciones más accesibles para pagar en cuotas sin tarjeta de crédito ni costos excesivos. Investigar antes de decidir puede marcar la diferencia.
En ese contexto, nuevas soluciones tecnológicas han comenzado a ofrecer modelos más transparentes de financiamiento. “Con herramientas como Cuotas TUU, por ejemplo, las personas pueden pagar en cuotas con una tasa fija del 2% y sin necesidad de tarjeta de crédito. Es una alternativa que busca eliminar las barreras de acceso y reducir los costos de financiamiento, beneficiando tanto al consumidor como al comercio”, añade Revillot.
Con cerca de cuatro millones de personas en situación de mora en Chile, según cifras de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), es urgente promover decisiones de consumo más informadas. Acceder a cuotas no debe ser sinónimo de endeudarse más, sino de planificar mejor.
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