La ciudad de Shenzhen, centro tecnológico y financiero, con una población de 17 millones de personas, entró en confinamiento este lunes, por un nuevo brote de Covid-19 de 60 casos, según expresó la autoridad sanitaria. Todos los habitantes deberán permanecer en casa, excepto trabajadores de trabajos esenciales, supermercados, hospitales, servicios básicos y farmacias. La medida regirá entre el lunes hasta el 20 de marzo. China tiene una política de salud de “tolerancia cero al Covid”.
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